El otro día en una conversación surgió el tema de cómo poder captar nuevos compradores de sus productos o servicios mediante alguna forma de captación en frío que no necesitase comerciales. Esta persona también quería algo que fuera presencial, ya que su negocio se basa en un mercado muy local y no le compensa segmentar campañas de publicidad por internet. Me pareció un tema interesante, y decidí compartirlo contigo en este post.

1. Publicidad «puerta a puerta»

Lo bueno de la publicidad puerta a puerta es que con un esfuerzo mínimo puedes colocar tu información promocional en la mesa de la cocina de tus futuros clientes. Esto se debe a que esta publicidad se coloca en el buzón, y va en su mano junto a las cartas. Esto hace que vaya a revisar tu información y, al menos, tengas un momento de atención. Esto es más efectivo que una valla publicitaria, por ejemplo, o que un anuncio en la televisión, ya que a pesar de ser más caros son de menos impacto, porque la gente puede pasarles al lado y no prestarles tanta atenciín. Por supuesto, para hacer las cosas bien debes contratar una empresa de buzoneo.

Esto es importante, porque hay una diferencia sustancial entre dejar la publicidad en el buzón particular, o hacerlo en la bandeja de publicidad del edificio, que la persona de limpieza vacía enterita en una bolsa de basura. Para llegar al buzón, muchas veces hay que saber cómo tocar el portero. También hay que saber planificar rutas, para ser realmente efectivo con el tiempo, y por último: hay que saber inspeccionar que la publicidad realmente está colocándose en los buzones, y no en las papeleras. Podrías contratar a tus propios buzoneadores… pero es mucho más eficiente subcontratar a una empresa que se encargue de todo ese trabajo y tú te limites a ver los resultados.

2. Encuestas

Otro método interesante es el realizar encuestas, ya sea por la calle o de manera telefónica. Esto es mucho más sencillo que hacer prospección comercial en frío, ya que mucha gente se resiste a que «vayas a venderles algo» (por ejemplo, los captadores de ONGs que tanto invaden las calles de las principales ciudades estos días).

Por el contrario, una encuesta es diferente, ya que da a las personas la oportunidad de hacer valer su opinión, y eso es más atractivo. Por supuesto, la encuesta debe estar diseñada de tal manera que, en función de las respuestas del prospecto, le preguntes «¿Le gustaría recibir más información sobre este tipo de cosas?» y pedirle los datos. Esto te permite también segmentar y trabajar después solamente aquellas personas que cumplan con el perfil deseado.

3. Descuentos y ofertas a pie de calle

Por último, están los descuentos a pié de calle. Esto es, colocar una persona en un sitio estratégico que hable con la gente acerca de tus ofertas. Puede ser alguien entregando flyers o puede ser alguien simplemente hablando. Esto tiene mayor impacto que un simple cartel en el escaparate.

Cuando se entregan flyers es importante «edificar» el material. Si simplemente va «entregando papelitos» la gente lo tirará más allá. En cambio, si esa persona habla con la gente y les dice que, por ejemplo, entregando ese papel en la tienda tienen un descuento, las personas pondrán más atención.

Este sistema también funciona muy bien para las compras en caliente, desde personas paseando que dicen «voy a ver esa tienda a ver qué hay», hasta restaurantes en zonas turísticas, donde un camarero esta en la puerta presentándole a los transeúntes el fantástico menú que tienen.

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Espero que te haya resultado interesante este artículo. Si quieres aprender más sobre este tipo de técnicas o tienes alguna duda sobre algún término que haya empleado en este contenido, te recomiendo leer este diccionario de marketing. También puedes compartir este artículo en tus redes sociales, para que le llegue a más personas, y dejarme un comentario con cualquier duda o aportación que creas conveniente. ¡Hasta pronto!