Cuando te dedicas al diseño y desarrollo web, como yo, siempre te encuentras el paradigma de las herramientas «mágicas» que prometen creación de webs gratis. ¿Es oro todo lo que reluce? Descúbrelo en este post.
Primero que nada ¿Para qué quieres la web?
Pienso que la pregunta fundamental no es si la creación de webs con herramientas gratuitas es buena o no. La clave está realmente en el uso que le vas a dar a la herramienta gratuita y si esa herramienta te permite hacer lo que quieres hacer con ella. Por ejemplo puedes tener un martillo increíblemente bueno, pero de nada te va a servir si lo que necesitas es pintar una pared. ¿Te imaginas cómo va a quedar la pared si la pintas con el martillo? Preciosa, seguro.
Llevo años diciendo que lo primero que tienes que hacer a la hora de plantearte tener una web es pensar «¿Para qué quieres la web?» Y si no mira este vídeo que grabé en 2016:
Por tanto, pueden haber herramientas muy buenas para hacer una página web gratis, no lo dudo. De hecho, enseguida voy a contarte como el 90% de las páginas de Internet están hechas con herramientas gratuitas (pero no te tires de los pelos aún).
Las cosas «gratis» son más abundantes de lo que piensas
Si no te ha dado un soponcio todavía, déjame desarrollar la idea. La mayoría de páginas web están hechas hoy en día con un CMS o gestor de contenidos. Dentro de esas tecnologías, más de la mitad están hechas con WordPress ¿Y qué es WordPress? ¡Una herramienta gratuita! Tú no pagas una licencia para usar WordPress en tu sitio web, lo que pagas es un hosting, dominio, a un desarrollador web para que te haga la página… etc. Pero hasta WordPress tiene un servicio más limitado donde puedes alojar tu página gratis con ellos.
Adicionalmente a esto, no solo la mayoría de CMS que se usan hoy en día son gratuitos. Además cuentan con cientos de miles de plugins también gratuitos ¡Y por no hablar de las plantillas gratis! Que le dan un aspecto completamente profesional a tu nueva web con un par de clicks. Entonces ¿Cuál es el «estigma» de las herramientas gratuitas?
El problema de las herramientas gratuitas
¡Ah! Siempre hay un «pero». Ya sea que quieras hacer una web para ti o tu empresa, o simplemente te dediques a vender páginas web. Uno ve cosas, cosas que jamás creerías.
El año pasado me contrató un cliente que había hecho una página en Wix para su empresa. Estuvo varios meses tratando de desarrollarla por su cuenta para «ahorrarse las perras» pero resultó que la herramienta no le permitía optimizarla a nivel de SEO como él quería, y le daba una serie de problemas para hacer ciertas cosas. ¿Sabes para qué me contrató? Para que copiase la web que él había intentado hacer en Wix a un WordPress, y la terminara. Todo esto pagando en el proceso (además del desarrollo) un hosting, dominio y todo lo demás. Perdió tiempo y dinero en el proceso. ¿Y sabes lo peor? Que descubrió de la forma más dura que una vez haces una web en Wix, no hay forma de sacarla de allí. La web no es tuya, es en cierto modo de ellos, y si quieres mover tu contenido a otro lugar hay que copiarla a mano (que no es otra cosa que un eufemismo de «volver a hacerla completa desde cero»). Te diré que no es el único caso de «copiar una web a mano» que me he encontrado por cosas como esta.
Sin embargo, hay empresas que están encantadas con herramientas tipo Wix. Incluso hay proyectos que generan mucho dinero hechos en forma de blog en Blogspot. Además, con el tiempo los CMS y las herramientas van evolucionando y quedarse en las tecnologías del pasado es a veces aún peor. Profesionalmente interesa saber manejar muchos tipos de herramientas distintas, porque eso abre enormemente tus oportunidades de trabajo. Y por otro lado ¿Alguien en su sano juicio desarrollaría una web hoy en día sin usar un CMS, por ejemplo? Pues insisto, WordPress es una herramienta tan gratuita como Wix, pero usarás una u otra según «para qué quieres la web».
El mundo del desarrollo web evoluciona constantemente
Por ejemplo, yo empecé en el desarrollo web allá por 2008 más o menos, y lo que se usaba en esa época como el «no va más» era un CMS llamado «php nuke». Luego vino la edad dorada de los foros, y todo el mundo hacía webs con SMF o phpBB. Pero un súper CMS se acabó imponiendo, el poderoso Joomla!, seguido de cerca por Drupal. Joomla! tenía la ventaja gracias a un plugin llamado Kunena, que sería para hacer foros casi tan buenos como los de los otros CMS. Yo fui moderador en el foro de la comunidad hispana de Kunena durante un tiempo.
Pero Joomla! cometió un grave error al no hacer actualizable Joomla 2.x a la serie 3.x, con lo que muchas webs quedaron obsoletas y, en vez de pasarse a la nueva versión de Joomla! pusieron sus ojos en un tímido CMS para crear blogs que estaba empezando a llamar la atención. Los foros estaban pasando de moda, y lo que se empezaba a llevar eran los blogs.
Este CMS era WordPress, y hoy controla más de la mitad de las webs de Internet pero, a pesar de que tiene un plugin muy bueno para tiendas online (como es WooCommerce) está perdiendo terreno en el campo del e-commerce ante Prestashop. No se por qué (la verdad yo prefiero WooCommerce), pero hay mucha gente haciendo tiendas online con Prestashop, Magento, y en menor medida Shopify, por lo que el futuro no está escrito.
En el camino, no he mencionado CMS específicos muy buenos, como pueden serlo Elgg para hacer redes sociales, o Moodle, para campus educativos. Todas herramientas muy buenas si las sabes usar. ¡Ah! Quizás de ahí viene el rechazo que los desarrolladores web sentimos hacia herramientas como Wix: que prometen al usuario hacer una web sin contar con «alguien que sepa» porque «es muy fácil». Y en verdad cumple lo que promete, pero sacrificando en el proceso funcionalidad y libertad para el usuario, una «letra pequeña» que no se suele leer y por la que muchas veces se acaba sufriendo.
Espero que te haya resultado interesante este artículo sobre creación de webs gratis. ¿Estás de acuerdo con mi punto de vista? ¿Opinas de otra manera? Házmelo saber en los comentarios, y no olvides darle difusión en tus redes sociales para que llegue a más personas. ¡Hasta pronto!