Seguro que alguna vez ha pasado por tu mente sacar a tu gato de paseo, pero… ¿Es posible? En éste artículo te hablaremos de cómo hacerlo de forma sencilla y segura.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que si, que es posible, pero un gato no es un sustituto de un perro, si vas a pasear a tu gato, lo primero es tener en cuenta por qué razones quieres hacerlo.
Razones para pasear a un gato por la calle
Muchas veces nuestros gatos viven en pisos pequeños, donde rara vez pueden caminar mucho o coger aire y disfrutar del sol. Esto hace que los gatos se estresen un poco de sentirse tan encerrados, y se vuelvan más agresivos y nerviosos.
Hay personas que simplemente dejan la puerta abierta a su gato para que entre y salga cuando quiera, pero hay una forma más segura de que tu gato salga a la calle y no le pase nada malo: pasearlo tú.
Ahí es donde encaja el pasear a un gato por la calle, pero, como comentábamos antes, no esperes que tu gato se comporte como un perro en la calle, un gato es un gato, y no va a trotar alegremente a tu lado.
¿Cómo pasear al gato?
Ahora veremos cómo hacer para que nuestro gato esté dispuesto a pasear con su correa por la calle.
Collar vs arnés
A la hora de pasear a nuestro gato por la calle debemos tener en cuenta que el mejor accesorio va a ser un buen arnés. Debemos asegurarnos de que el arnés está diseñado para gatos, ya que los gatos y los perros son algo diferentes físicamente.
El arnés debe estar ajustado al gato de forma que podamos meter dos dedos dentro de el arnés, de esta forma no queda ni muy suelto ni muy apretado.
Recomendamos usar un arnés en lugar de un collar porque el arnés agarra al gato por el pecho y el abdomen, lo que le da mejor sujeción. El collar, aparte de ser fácil para el gato zafarse de él, puede también llegar a ahorcarlo o estrangularlo.
Hacer que el gato se ponga el arnés
Algo que tampoco es cosa fácil para muchos gatos es acostumbrarse al arnés. Para ello, es bueno que primero le dejes el arnés cerca de cosas que le gusten, como su sitio para dormir o el lugar en el que come. De esta forma podrá olerlo y familiarizarse con él, y lo asociará con sensaciones positivas.
Una vez completada la primera fase, es hora de ponerle el arnés sin correa por la casa, para que se acostumbre, esto lo harás por periodos cortos de tiempo, y, cuando veas que no le molesta, le puedes dejar colgando la correa.
Pasear al gato
Pasear a un gato no es como pasear a un perro, por ejemplo los gatos son propensos a salir corriendo a esconderse cuando perciben un peligro.
Además, deberás tener mucha paciencia y tener en cuenta que, si paseas a tu gato, lo estás haciendo por tu gato, no por ti. Si a tu gato no le gusta salir a pasear, nunca le fuerces, ni le des tirones de la correa, porque podría ser muy contraproducente.
Por último, evita las zonas donde suelen pasear otros animales, especialmente perros, pues no queremos que el paseo termine en una pelea en medio de la calle.
Si quieres ver cómo sería un paseo perfecto, hemos encontrado este vídeo que puede ayudarte a hacerte una idea:
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